Las geografías de la coca

Las geografías de la coca

Partiendo del principio básico de que no debería confundirse la hoja de coca con la cocaína (el conocido eslogan «coca no es cocaína»), las geografías de la coca podrán ser tan diversas como distintos pueden ser los puntos de vista desde los que se las contemple.

Por eso si aplicamos un punto de vista eminentemente botánico podrá elaborarse un primer geografiado de la coca enfocado en la biogeografía andino-amazónica de esta planta del género Erythroxylum. En cambio una mirada etnobotánica nos conducirá solo hacia las variedades cultivadas de la coca y las distintas geografías resultantes de su diferente uso.

Su milenario uso ritual, medicinal y alimentario indígena y campesino incluye desde el mascado de las hojas o su mambeo hasta la elaboración de harinas e infusiones y abarca desde el norte de la actual Argentina hasta el Corazón del Mundo en la caribeña Sierra Nevada. Este interesante geografiado cultural queda casi siempre opacado por las cartografías dedicadas a su uso agroindustrial para la extracción de uno de sus alcaloides, la cocaína.

La tardía apropiación que el colonialismo europeo hizo del uso de la planta desdibujó completamente esa geografía de ancestrales usos sagrados, culturales y alimentarios para superponer la violenta y globalizada geografía necrocapitalista de la elaboración, comercialización, venta y consumo de cocaína que conocemos genéricamente como narcotráfico, a la que se le suman las violentas geografías de las «guerras contra las drogras» que ese mismo necrocapitalismo declara.

Y aún hay una última geografía, tal vez la primera, que toma una particular relevancia en todo este megaproyecto agroindustrial. Se trata de las geografías del cuerpo. Un geografiado de cuerpos fumigados, de cuerpos adictos, de violentos cuerpos y de cuerpos violentados, de «carne migratoria (…), carne «de mula» para el tráfico de drogas» (Esguerra, 2018).

De todas y cada una de estas geo-grafías va a ocuparse esta serie de análisis y mapeos que aquí comienza.

Agroindustria de la cocaína

La mirada geoactivista nos conduce, casi arrastra, hacia el mapeo y análisis de los flujos y confluencias de la agroindustria de la cocaína, desde las tierras andinas, amazónicas o mesoamericanas hasta las fosas nasales o el sistema intravenoso de humanos con diversos grados de adicción que habitan a cientos o miles de kilómetros… pasando siempre por las mil rutas del narcotráfico y por los intrincados flujos del lavado de las ilegales ganancias en los opacos paraísos fiscales y otras arquitecturas del mundo financiero capitalista.

Un primer mapa nos ayudará a dimensionar la extensión que ha alcanzado esta agroindustria, en su etapa de cultivo, desde el momento en que se sintetizó el alcaloide por primera vez en Europa (1855-1860) hasta la actual expansión de cultivos por Centroamérica, pasando por la etapa de las plantaciones coloniales y la comercialización lícita de la cocaína.

Referencias

Esguerra, Camila (2020) Complejo industrial fronterizo, sexualidad y género. Tabula Rasa,33, 107-136. DOI: https://doi.org/10.25058/20112742.n33.05