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Caminar sobre lo innombrable: las coordenadas del olvido geográfico (político)
Cuando no se dota de contenido a los nombres se les vacía de sentido. Eso ocurre cuando se convierte a las víctimas en números, en cantidades, en estadísticas. Pero también acontece cuando dejamos que los víctimarios se reduzcan a un nombre o cuando el ajuste de la memoria histórica sólo se centra en los personajes más conocidos. En este caso, además, se fija el falso imaginario de que el horror, la tortura, el totalitarismo fue responsabilidad de un puñado de personas enajenadas (Franco, Hitler, Queipo de Llano, Mussolini…).
En el caso del golpe de Estado que se produjo en España en 1936, de la guerra que le sucedió y de la dictadura que se sufrió durante cuatro décadas no podemos ser cómplices de los discursos que dibujan un súperhombre (Francisco Franco) que pudo diseñar, ejecutar y controlar las políticas de exterminio y re-colonización de una España arrodillada o sumisa. Por eso, es importante revisar los callejeros y los nomencáltor de cada municipio. En ellos, todavía en 2025 y en contra de la Ley de Memoria Democrática, además de figurar los nombres de los hechos y personajes fundacionales del régimen franquista, podemos encontrar las complicidades: ese imprescindible tejido de innombrables que fueron imprescindibles para que todo lo sucedido pudiera ocurrir.
Toni Morant i Ariño nos recuerda que «[R]evisar críticamente los nombres de los espacios que pueblan nuestras vidas no es borrar la historia, sino una prueba de madurez democrática por parte de sociedades con un traumático pasado reciente. Revisitar ese pasado a través de un debate público y democrático tal vez sea doloroso, pero puede ayudar a modificar las coordenadas semánticas y políticas que dictaduras con voluntad de perpetuidad pretendieron imponernos. Poblar nuestros espacios públicos con nombres que no sean innombrables constituye también un acto de emancipación democrática»[1].
Los municipios de España conforman una cartografía de lo innombrable donde cada coordenada fija un punto de olvido que siempre es político. Por eso es destacable el esfuerzo del colectivo La Vorágine con el libro Caminar sobre lo innombrable. Quién es quién en el callejero romántico franquista de Santander (y de Cantabria).
Caminar sobre lo innombrable puede encontrarse en librería La Vorágine
El libro recoge las biografías de las personas o las descripciones de los hechos que conformaron la “memoria histórica” impuesta por el franquismo y señala la gravedad de la pervivencia de, al menos, 31 de estas calles en el nomenclátor de Santander que confirma lo que explicó Jesús de Andrés Sanz: «Es difícil encontrar [aún hoy] algún núcleo urbano de importancia que no haya tenido su particular inventario de referencias franquistas: con el nombre de Franco, de los muchos generales que lucharon junto a él en la Guerra Civil, de los mitos bélicos del Franquismo (el 18 de julio, el Alcázar de Toledo, Santa María de la Cabeza…), con el recuerdo a “los Caídos” (en la Guerra Civil, en la División Azul…), a los protomártires del Franquismo y del Falangismo (Calvo Sotelo, José Antonio, Matías Montero…) o a sus lemas (Arriba España, Cristo Rey…). Entre los nombres más repetidos figuran el del propio Franco (en cualquiera de sus denominaciones: “… del Caudillo”, “… del Generalísimo”, “… del General Franco”, etc.), el de José Antonio Primo de Rivera y, por último, el de José Calvo Sotelo. Los generales y militares franquistas (Mola, Sanjurjo, Yagüe, Varela, Aranda, Moscardó, Millán Astray, Queipo de Llano, etc.) configuran a continuación el grupo que más se repite. El resto de mitos, fechas y lemas (18 de julio, 1º de octubre, el Alcázar, los Caídos, etc.), también es utilizado muy a menudo, aunque con menor frecuencia»[2].
Caminar sobre lo innombrable, explican desde el colectivo La Vorágine, «no es un trabajo de investigación académico ni un compendio finalista, sino que es un texto de agitación, un remover las historias de los próceres del franquismo y, también, de algunas biografías bastante insignificantes que configuran lo innombrable en la ciudad pero, ante todo, la “obligación de recordar” que sigue vigente 47 años después del inicio formal de la democracia y de dos leyes de memoria sistemáticamente incumplidas por el mismo Estado que debe velar por su vigencia».
Aquí pueden acceder a la presentación del libro por parte de La Vorágine con participación de Archivo Guerra y Exilio (AGE) en Cantabria y de la asociación Héroes de la República y la Libertad.
Colectiva La Vorágine
[1] “Pasado Abierto”. Revista del CEHis. Nº15. Mar del Plata. Enero-junio 2022. ISSN Nº2451-6961. http://fh.mdp.edu.ar/revistas/index.php/pasadoabierto
[2] Sanz, Jesús de Andrés. “Los símbolos y la memoria del Franquismo”, publicado en revista Estudios Nº23. Fundación Alternativas, 2006.