Desde Argentina, Lila Torre nos comparte el Mapa Federal de Organizaciones Cannábicas. Se trata de un mapeo de las organizaciones cannábicas presentes en Argentina, elaborado en Google My Maps en el marco del proyecto de investigación Usos de la planta Cannabis sativa L. en Argentina: saberes, identidades y colectivos sociales.
Pueden darse una navegada por el mapa desde aquí directamente (↓), aunque les invitamos a que lo visiten en el My Maps del proyecto.
Lila Torre, coautora del proyecto de investigación junto a Luciana Bruzzo, nos explica que «si bien este mapa tiene un objetivo de investigación, es un mapa que a esta altura ya tiene mucha pertenencia social por parte de las organizaciones territoriales que trabajan en red. Fue un mapa muy revelador apenas dos años atrás donde en Argentina no había estadísticas sobre este tema».
Para conocer más sobre el sujeto mapeado pueden consultar el texto del proyecto de investigación y acceder a las páginas IG (cannabis.pci) o FB (pci.unlp) del proyecto.
Desde el mapa y desde ambas páginas puede accederse al formulario de registro/actualización de organizaciones cannábicas (↓).
El Mapeo
Este mapeo, continua Lila, «sirvió para generar una masa crítica que permitió tomar en cuenta en el diseño legislativo el derecho de la sociedad civil a ejercer la soberanía medicinal y la reducción de riesgos y daños a partir del uso terapéutico de planta de marihuana». Sin duda este es un buen ejemplo de lo poderoso que puede llegar a ser cualquier mapeo como proceso de generación de redes, territorialidades o cualquier tipo de espacialidades sociales.
Basta con adentrarse un poco por las páginas y materiales que publica este proyecto para apercibirse de ese poder y de lo eficaz que puede llegar a resultar la práctica del mapeo como herramienta en un proceso colaborativo. Un buen ejemplo de ello es la articulación para la Marcha Mundial de la Marihuana donde este proceso cartográfico cumplió «la función social de poner en relevancia las manifestaciones de las organizaciones en territorio como parte de una cultura viva que reclama por el respeto de sus derechos» (Torre).
Esa potencia radica en que el mapa actúa como dispositivo facilitador o generador que estimula o impulsa este relacionamiento espacial-social-territorial a lo largo del proceso de mapeo o práctica cartográfica. En numerosas ocasiones resulta mucho más interesante o importante el proceso del mapeo en sí mismo que el propio mapa resultante. En el caso que nos ocupa no hay duda de que ambos, mapeo (proceso) y mapa (resultado o herramienta), son bien interesantes.
El Mapa
El mapa está elaborado en la plataforma Google My Maps, una de las herramientas más asequibles para elaborar un mapa web. Tanto en la descripción del mapa (Map details) como en la descripción del formulario de registro (Google Forms) encontrarán información sobre las participantes en este relevamiento.
Basta con mirar la leyenda para comprobar del enorme éxito del que ha disfrutado esta iniciativa cartográfica. Son más de 300 los lugares marcados en el mapa y más de 200 las organizaciones cannábicas registradas.
Para que un mapa web con funciones de inventariado, como el aquí planteado, pueda considerarse óptimo o funcional (o sea, atractivo para visitar y compartir después) necesita de un cierto umbral o densidad de sujetos cartografiados. Y no hay ninguna duda de que en el Mapa Federal se ha superado muy ampliamente ese número. De hecho, la gran cantidad de organizaciones cannábicas registradas da plenamente sentido a la afirmación de Lila de que el mapa «en la actualidad está apropiado por la comunidad ya que les permite tender redes entre organizaciones».
Unas organizaciones que pueden incorporarse al mapa geolocalizadas en su «ubicación exacta» o bien en un lugar aleatorio de la localidad. Un detalle bien importante a tener en cuenta….
Captura de un fragmento del formulario de registro
Detalles como el anterior muestran que se ha reflexionado mucho y bien en torno al proceso de mapeo para que el mapa resulte colaborativo, honesto y seguro. Las mapeadoras se han adaptado a las mapeadas, en este caso asociaciones cannábicas, que son soberanas a la hora de decidir si aparecen representadas en el mapa y, atención, dónde. Esto último no es un tema menor para una colectiva (la cannábica) que precisamente está luchando contra la estigmatización y contra la criminalización de la que ha sido (y es) objeto.
Ahora bien, lo más sobresaliente de todo es que el «tema seguridad» es solo una parte de la ecuación. De hecho, Lila nos explica algo realmente fantástico:
La opción de establecer una ubicación definida o una aleatoria (en espacios públicos de la ciudad, que generalmente son plazas de la localidad) se debe a tres cuestiones: que generalmente las organizaciones no tienen una sede física porque son personas que cultivan en sus domicilios y que se asocian para difundir un bien común como es la cadena de valor del cannabis. Pero sobre todo, por miedo a robos de los cultivos (muy frecuentes en época de cosecha cuando las plantas ya están florecidas. A esos ladrones de plantas se les llama «cogolleros» en el vocablo local). La tercera razón es el miedo a los allanamientos por parte de las fuerzas policiales que actúan bajo la lógica de «lucha contra el narcotráfico», cuando en realidad lo que se está ejerciendo es el derecho a la soberanía medicinal y a la autodeterminación.
Pero eso no es todo, además de las organizaciones registradas, en el mapa encontrarán 38 video-entrevistas o la geolocalización de campañas y eventos como las Marchas Nacional y Mundial de la Marihuana. Cada una de las categorías representadas se han simbolizado utilizando una iconografía propia, a partir de diversas variaciones (fundamentalmente de color) de un marcador con una hoja de marihuana. Simple ¡pero muy efectivo! Realmente basta con un pequeño toque para escapar un poco a las limitaciones estéticas de My Maps y personalizar el mapeo web.
El mapeo es muy completo y, tal y como expresaba Lila, muy revelador…
¿Y qué más se le puede pedir a un mapa que el hecho de ser revelador?
Fidel
